Galería del Recuerdo
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"José Suspes, representante de Boyacá, y Marcelo Torres Cruz, de Bogotá, disputan intensamente el tercer lugar en la Carrera Atlética de San Silvestre de Chía, edición 1993." |

Lo más selecto del fondismo bogotano se dio cita en El Campin en mayo de 1992
En mayo de 1992, el estadio El Campín de Bogotá fue el escenario donde se reunieron los mejores exponentes del fondismo capitalino para disputar una exigente prueba de 5000 metros planos. El evento, que reunió a destacados atletas de la región, fue una verdadera fiesta del atletismo local.
La competencia tuvo un alto nivel técnico y fue dominada por William Roldán, quien se alzó con la victoria tras una destacada actuación. Entre los participantes también figuró el joven atleta de la categoría menores, Marcelo Torres Cruz, quien logró una meritoria décima posición. Con un tiempo de 16 minutos y 41 segundos, Marcelo dejó una grata impresión, evidenciando su proyección y talento en las pruebas de fondo.
Este evento quedó en la memoria como un ejemplo del espíritu competitivo y la calidad del atletismo bogotano a inicios de los años 90.
En el año 1996, durante la reconocida Carrera Corabastos, el profesor Marcelo Torres Cruz participó en la categoría Mayores, destacándose entre los competidores. Con esfuerzo, disciplina y pasión por el deporte, logró ubicarse en la casilla número 12, dejando en alto su compromiso con la actividad física y el espíritu competitivo.
En el año 1994, la Carrera 20 de Julio Juvenil se destacó por su energía, pasión y compromiso con el deporte y la comunidad. En esta memorable edición, participaron destacados corredores que dejaron huella por su dedicación y talento. Entre ellos se encontraban:
Wilmer Avendaño, con el número 96, demostrando gran destreza en la pista.
Alirio Carrasco, portando el número 202, reconocido por su constancia y espíritu deportivo.
Juvenal Vásquez, identificado con el número 66, un joven promesa lleno de entusiasmo.
Marcelo Torres Cruz, con el número 196, cuyo esfuerzo y disciplina fueron ejemplares.
Mario Cristancho, participante con el número 204, quien se destacó por su tenacidad y compromiso.
Esta edición de la carrera marcó un hito en la historia local, celebrando la juventud, el deporte y los valores de superación personal que siguen inspirando a nuevas generaciones.
En una jornada llena de energía, compromiso y espíritu deportivo, Marcelo Torres Cruz participó en la tradicional Carrera Atlética Cafam, completando con determinación los 15 kilómetros del recorrido. Con paso firme y corazón resiliente, Torres Cruz cruzó la línea de meta en la decimosexta casilla, destacándose entre decenas de corredores que hicieron parte de esta celebración del deporte y la salud.
La participación del maestro Torres Cruz no solo fue un acto deportivo, sino también un símbolo de coherencia con su filosofía de vida: el cuidado del cuerpo como territorio sagrado y la perseverancia como motor de transformación personal y comunitaria.
Entre aplausos y sonrisas, su llegada fue recibida con admiración por quienes reconocen en él no solo al pedagogo y cantautor comprometido con las causas sociales, sino también al ser humano que inspira desde el ejemplo.
En 1995, Marcelo Torres ocupa la novena casilla en la Carrera Internacional Ciudad de Girardot, la cual es ganada por el atleta Juvenal Vásquez. Cabe destacar que la llegada tardía al partidor por parte de los corredores Alirio Carrasco y Mauricio Ladino influyó en el desarrollo de la competencia.
Marcelo Torres Cruz: parte del equipo Lotería de Cundinamarca – Emulsión de Scott (1993-1994)
Entre los años 1993 y 1994, Marcelo Torres Cruz integró el destacado equipo de atletismo colombiano Lotería de Cundinamarca – Emulsión de Scott, un semillero de grandes talentos que marcó época en las pistas del país.
Durante su paso por este equipo, Marcelo se destacó por su entrega, disciplina y sensibilidad deportiva, representando a su región con orgullo en competencias nacionales. Esta experiencia no solo fortaleció su espíritu competitivo, sino que también sembró en él valores que más adelante trasladaría a su labor pedagógica: esfuerzo, constancia, trabajo colectivo y compromiso social.
Su participación en este emblemático equipo forma parte de una biografía rica en experiencias que conectan el cuerpo, la palabra y la acción como formas de transformación individual y colectiva.
En el marco del Campeonato Suramericano de Atletismo 1999 en Bogotá, el maestro Marcelo Torres Cruz tuvo la oportunidad de compartir un emotivo encuentro con Norfalia Carabalí, reconocida gloria del atletismo colombiano y referente del deporte a nivel continental.
Este momento fue significativo no solo por el reconocimiento a la trayectoria deportiva de Norfalia, sino también por el diálogo enriquecedor entre el mundo del atletismo y la pedagogía transformadora que caracteriza al maestro Torres. Ambos compartieron reflexiones sobre la disciplina, el esfuerzo, y la capacidad del deporte para inspirar procesos educativos, especialmente entre jóvenes de contextos populares.
El encuentro fue un testimonio de cómo la educación y el deporte, desde distintas trincheras, pueden aportar a la construcción de una sociedad más justa, resiliente y con sentido de comunidad.
En esta jornada deportiva, quedó registrada una imagen significativa: Marcelo junto a su compañero Alexander Cuncanchun, ambos reflejo del esfuerzo, la disciplina y el espíritu competitivo que caracterizó aquella generación de atletas colombianos. Esta participación forma parte de la memoria deportiva de Marcelo Torres Cruz, quien ha mantenido una trayectoria marcada por el esfuerzo personal y el compromiso con la cultura física.
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